EL DINERO SAUDÍ: ¿OPORTUNIDAD O AMENAZA?

Arabia Saudí es un país situado en Asia Occidental que tiene una economía basada en el petróleo. El petróleo representa más del 90% de las exportaciones, el 87% de los ingresos del gobierno y el 42% del PIB. Desde 2016, el gobierno ha desarrollado un programa para la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos y la diversificación de su economía. Para lograrlo, ha decidido invertir en el deporte. A través de su Fondo de Inversión Pública, la monarquía saudí ha gastado 6.300 millones de dólares en deporte desde 2021.

Hasta hace muy poco, Arabia Saudí era el destino elegido por los jugadores que estaban a punto de retirarse, pero esta temporada muchos aficionados al fútbol nos hemos sorprendido con la cantidad de jugadores jóvenes que han decidido marchar a la liga saudí, y es que de esa forma los salarios de los jugadores crecen exponencialmente y triplican a los que cobrarían si continuasen jugando en Europa.

Y es que no solo se han llevado a jugadores, los inversores saudíes están comprando acciones o incluso la propiedad total de equipos en ligas europeas como el Newcastle United, lo que ha llevado a una inyección significativa de capital en estos clubes. Estas adquisiciones han sido muy criticadas por los futboleros que acusan a los inversores de trampear el Fair Play Financiero, una serie de normas que pretenden controlar que los clubes no gasten más de lo que ingresan para que éstos estén ajustados a un valor real y no puedan inflar los salarios de los jugadores.

Además la enorme inversión de Arabia Saudí en el fútbol también ha sido criticada por su intento de "lavado deportivo", un término describe el intento de las petromonarquías de blanquear su reputación nacional e internacional en cuestión de derechos humanos a través del deporte. En el país árabe el adulterio conlleva penas de flagelación, la homosexualidad se castiga con la cárcel, el ateísmo está prohibido, no hay libertad de información ni de expresión y no existe la igualdad de género. 

Desde 2021 la Supercopa de España se juega también en Arabia. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) llegó a un acuerdo con la compañía organizadora del evento, por la que hasta 2029 los clubes españoles se disputarían allí la Supercopa. Para ello, Arabia se comprometió a destinar 30 millones por año, es decir, un total de 270 millones. Y otra vez, esta medida ha sido criticada. "No todo vale por dinero, riqueza no puede superar la moralidad". 

El rechazo mayoritariamente europeo a la nueva liga saudí no es por la liga en sí, ni porque sea un creciente rival para la Premier League, la Liga Española o la Serie A, sino que es por el régimen que la sustenta y la financia, un régimen basado en la politización del deporte y la ausencia del respeto por los derechos humanos. 

En cuanto al futuro, Arabia tiene pensado continuar expandiendo su inversión e incluso ha presentado su candidatura para albergar (en solitario) el Mundial de Fútbol 2034. Tendremos que esperar hasta el año que viene para la confirmación de esta noticia, pero todo apunta a que la competición se disputará allí. Arabia tendrá 10 años para superar los desafíos que se le proponen en materias éticas, legislativas y culturales. 





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