GUERRA FRÍA 2.0




Después del colapso de la Unión Soviética y el final de la Guerra Fría en 1989, el mundo entró en un período de unipolaridad, en el que Estados Unidos como Estado líder del capitalismo se convirtió en la única superpotencia global y comenzó el ascenso de las potencias emergentes como China e India.


Después de la finalización de la Guerra Fría, la democracia liberal se convirtió en el Nuevo Orden Mundial. A pesar de que China nunca haya llega llegado a esta democracia, a partir de la década de los años 70, el país asiático implementó una serie reformas de liberalización económicas significativas con políticas como la Política de Puertas Abiertas, en la que su líder supremo Deng Xiaoping abrió la economía del país al comercio internacional y la inversión extranjera. Además realizó importantes inversiones en infraestructura, tecnología y educación convirtiéndose así en un Estado Socialista con una economía de mercado. Sin embargo no fue hasta la entrada de China en la OMC en 2001 cuando comenzó a crecer exponencialmente.


China es actualmente la segunda potencia mundial en parte gracias a su bajo nivel de deuda externa, y compite directamente con Estados Unidos. China es el mayor exportador del mundo y Estados Unidos el mayor importador. Durante los últimos años, la rapidez del desarrollo del país asiático ha generado inquietud en los dirigentes estadounidenses desde principios del S.XXI, creando fuertes tensiones entre ambos en cuatro áreas principalmente: economía, tecnología, seguridad e ideología. En 2018, el presidente estadounidense Donald Trump con su ideología proteccionista impuso una política arancelaria sobre los productos chinos, a lo que el gobierno chino respondió de la misma forma, comenzando así una guerra comercial que perdura hasta nuestros días.


De momento las consecuencias de esta Guerra comercial han sido la disminución del crecimiento económico y el comercio internacional en los últimos años, pero las consecuencias podrían llegar a ser devastadoras si el conflicto no se resuelve pacíficamente.


Según muchos expertos la Humanidad se enfrenta a una nueva y larga Guerra Fría, con diferencias notables, pero que la vuelven mucho más peligrosa: el futuro es impredecible. A diferencia de la Guerra Fría original, que involucró principalmente a Estados Unidos y la Unión Soviética, la "nueva Guerra Fría" implica múltiples actores, incluyendo a Estados Unidos, China, Rusia, Europa etc. La posesión de armas nucleares y los cambios tecnológicos constantes que afectan a la ciberseguridad hacen de esta nueva guerra aún más preocupante que la anterior.


Para saber cómo concluye este conflicto, aún habrá que esperar. El final requerirá una combinación de factores, incluidos la voluntad política, la diplomacia y la cooperación entre las superpotencias actuales y las nuevas potencias emergentes. Sino, ¿cómo harán frente los países al cambio climático o las futuras epidemias que azotarán nuestro mundo sin colaboración internacional? 




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